domingo, 4 de marzo de 2012

Apenas 80 días





"Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas, o siendo esclavos oficinistas.La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados".

Brad Pitt (El club de la lucha)

lunes, 30 de mayo de 2011

Una reflexión que no va a gustar a nadie #15M


Han pasado 15 días de que los indignados rompieran la baraja. Gente, según ellos, de toda clase y condición. Basándose principalmente en la mala situación global, 5 millones de parados, el descontento general y unas inminentes elecciones municipales y autonómicas, miles de personas tomaron plazas en toda España.

Hicieron mal comparándose con países donde te disparan por manifestarse. Por saltarse la ley y la jornada de reflexión. Pero también han hecho cosas buenas, al menos en la base y al principio.
Salieron y muchos siguen en la calle. Pidieron no votar a los grandes.
Luego el PP y Bildu arrasaron. Es un hecho.

Sin embargo, da que pensar. La abstención en las elecciones tiene niveles similares a otros comicios, sin embargo muchos lo achacaron al movimiento 15 M. Eso no se sabe.
Aunque no comparto las formas ni la mayoría de los objetivos propuestos, en estos días han acaparado portadas y se han cruzado fronteras. Y es un ejemplo de como un simple hashtag puede mostar la "revolución".

Y se ha oído de todo en los medios, medios que les tildan de cualquier forma: desde "perroflautas" a "indignados" pasando por "héroes de la libertad" o "libertadores".

Esto no es el Mayo francés, ni la Revolución de Octubre, ni la Francesa, ni la Primavera árabe ni nada parecido. No estamos en el franquismo y vivimos en democracia y con libertad.

Sigo creyendo que acudir a las urnas es la democracia real y en el capitalismo como el sistema del mundo libre, pero en contra de sus desmanes, supongo que como la mayoría de la gente.

Esto es simplemente una apreciación personal de la situación.

Me gusta:

-Como toque de atención a la clase política para que tenga en cuenta vías de participación. Ejemplo es la I.L.P. que van a mandar al Congreso. Una acertada conclusión al cabo de 15 días.

- La incapacidad de compresión de los políticos a lo que pasa. Y se asustan, y mandan a los mossos. Miraran un poco más la historia comprobarían el efecto bumeran.

-Lograr un consenso, al menos simbólico en lo que se pide.

-No al rescate de bancos con dinero público.

-Ojalá se cambiase la ley electoral. Pero no creo a que los partidos nacionalistas/regionalistas les haga mucha gracia. ¿Qué dice el PNV y CiU de todo esto?

-Como opción de libertad para el que quiera.

No me gusta:

-Que crean que tienen la razón en todo lo que piden.

- Que se apropien de la soberanía nacional.

-Que al fin y al cabo, la democracia asamblearia es utópica. Mucho nos ha costado la democracia representativa y se deben cambiar cosas desde dentro.

- Que en las redes abunda el pensamiento único y se magnifica la situación en gran medida.

-Que aunque comenzó como apartidista, las medidas de izquierda se van impuesto. Tirando al estatalismo puro y duro.

-Criminalizan a toda la clase política y a todo el sistema financiero.


De todas formas, a la deriva o no, desintegrándose o afirmándose, llevan ya dos semanas de obstinación. Solo queda esperar y ver que tenemos delante. En este tiempo se les ha dicho de todo y la locura de las redes no ayuda a reflexionar sobre lo que verdaderamente está pasando, dando poco tiempo a pensar que hacer.

Dentro de 100 días veremos como cuaja todo esto o si se queda en lo que temo que se quedará: otro grito más del miedo de Occidente a si mismo y su suicidio lento en todos los sentidos.